Érase una vez...

Solía soñar con abrazar la luna y alcanzar las estrellas

Solía creer en los finales felices de los cuentos de hadas

Pasaba horas enteras recreando escenas en mundos imaginarios

Mundos llenos de jardines de miles de colores

Pensaba en ser el héroe de mis historias futuras

Quería rescatar a princesas encerradas en castillos con dragones

Era un niño inocente jugando en la arena a la orilla de un mar inmenso

Recolectando extrañas piedritas con huequitos y caracoles de colores

Usando vasitos de plástico para construir los castillos de mis cuentos

Mojándome los pies con cuidado con miedo de ser arrastrado mar adentro

Este era yo, un niño inocente jugando en mi mundo imaginario

Perdido en los sueños de mis primeros años

Inviernos y veranos pasaron y aquí estoy parado frente a este océano

Observando la luna y las estrellas en un cielo despejado reflejadas en las olas del mar

Sosteniendo una bolsita llena de piedritas y caracoles

Listo para entrar y nadar hasta ellas sin ningún temor

Dejando atrás los castillos de arena que alguna vez construí

Ahora se que la luna la puedo sostener entre mis dos brazos

Hoy puedo visitar cada estrella y quedarme a descansar sentado en las banquitas de mis jardines

Puedo ser el héroe de mis propias historias

Pero también puedo pedir que me rescaten de las garras de algún dragón